Tuesday, July 7, 2015

Viaje al centro de mí mismo


"The Dhamma Brothers" es un documental que recoge la experiencia de llevar el método de meditación Vipassana a la prisión de Donaldson, una de las cárceles más movidas de los Estados Unidos. ¿Se imaginan a presos meditando durante diez días ininterrumpidos? Yo tampoco... Sin embargo, luego de ver el documental, se me vino a la mente la idea de que aún hay esperanza para el mundo.




Movido por estas historias y luego de haber averiguado un poco más sobre Vipassana, me animé a inscribirme, mejor dicho, me atreví, porque algo que nunca he hecho en mi vida es meditar; nunca lo he intentado y tampoco me ha dado interés por hacerlo. Sentarme en silencio con los ojos cerrados es algo que simplemente no aguanto, mi amor hacia el caminar no me lo permite [http://el-silencio-escrito.blogspot.com/2015/03/alonso-walker.html]. Tengo que estar en movimiento y si estoy mucho rato quieto, necesito ponerme de pie y estirarme. Teniendo todo esto en mente fue que abrí la página, di unos cuantos clicks y mandé la solicitud. Un par de días después, me enviaron la confirmación de que mi solicitud había sido aprobada...


¿Para qué me metí si ni siquiera me interesa la meditación? Además de recibir con los brazos abiertos nuevas experiencias y aprendizajes, tengo una especie de fetiche con lo complicado. Si no es difícil conseguirlo, no me llama la atención y por ende no tengo sensación de logro. ¿Felicitaciones por graduarme del colegio? No, gracias, ni que el colegio haya sido difícil, nunca estudié. Cuando terminé la universidad, ocurrió lo mismo, fui uno de los menos emocionados. No lo sentí como un logro porque no le vi dificultad, no la sudé; era sólo ir de vez en cuando a clases, leer y responder exámenes largos de tres horas y ya... A puertas de terminar, me daba algo de pena dejar de ser universitario; pasaría a ser un desempleado. Cuando me contaron de Vipassana, mi primera reacción fue "¿ir a meditar durante diez días? Ni loco, qué aburrido". Esta respuesta cambió al escuchar que había personas que no aguantaban, que se iban al primer o segundo día, que era un gran reto personal permanecer ahí. "Challenge accepted" me dije en aquél entonces y ahora, continuando con mi tontas frases clichés de películas gringas, digo "bring it on, bitches".



¿Diez días de meditación, desconectado del mundo,
guardando total y absoluto silencio?
Fuck, yeah...


Luego de ver el documental me quedé conmovido. Este retiro se convirtió en una oportunidad única de estar conmigo mismo. No es cerrar los ojos y sentarte en silencio en el piso, es confrontar tus miedos, tus demonios internos y encontrar tu propia verdad y aprendizaje. Estando en silencio y meditando, diversas cosas van saliendo a flote y es momento de verlas y hacerles frente. Confieso que tengo expectativa por lo que vendrá a partir del 5 de agosto. No sé qué podré encontrar al ver mi interior. Ya he pensado que tengo algo de loco, que tengo un mundo interior medio jodido y complejo; que hubo un tiempo donde mi voz interior era mi peor enemigo y mi juez castigador; que me cuesta pensar de forma sencilla, lo sencillo en muchas ocasiones lo hago complicado, porque lo sencillo lo hace cualquiera y mi lado autosuficiente necesita alimentarse para seguir diciéndose "ya sabía que podía"; y que tengo en muchas ocasiones un ego con hipertiroidismo, mezclado a su vez con un sincero deseo de evitar el reconocimiento y el agradecimiento de otras personas.




"Ver las cosas como son" es el significado de Vipassana. Me veré tal y como soy, me haré amigo de mis demonios internos. Probablemente alguna parte de mí morirá y otras nuevas nacerán. No sé a qué me enfrento o qué podría descubrir al lidiar conmigo mismo pero tengo la firme intención de estar ahí los diez días, levantándome a las 4 de la mañana, comiendo cosas sanas y meditando y meditando. No voy a este retiro porque sienta que lo necesite pero estoy seguro que será una experiencia única. Estoy en un punto en mi vida donde estoy muy feliz por dónde estoy, con las personas que me rodean. Bienvenidos los retos y el crecimiento.


Hola, ahí estabas... y siempre estuviste.



Tal vez regrese flotando, tal vez regrese siendo el mismo o tal vez alguien nuevo. Lo que es seguro es que regresaré caminando, no sólo, sino con una mano en el hombro de mi nuevo mejor amigo: yo mismo.



P.S.: 


No puedo decir cuánto recomiendo este documental; lo pueden ver gratis en el siguiente enlace. Eso sí, pondrán a prueba su escucha en inglés: 



La página oficial de Vipassana en el Perú:





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